Volver a la página principal de la UVa
            Principal
  Dossier de Prensa
  Notas de Prensa
  Presentación
  Al Loro
  Medios Comunicación
Año     Mes                              
  volver imprimir enviar

Valladolid, 28/03/2011

La criptografía al servicio de la tecnología digital

El GIR “Codificación de la Información y Criptografía” de la UVa investiga desde hace veinte años sobre cómo proteger y enviar la información que se transmite en medios digitales

Comercio electrónico, DNI electrónico, tarjetas de pago o los móviles son algunas de las aplicaciones en las que se requiere la mano de los expertos en Matemática Aplicada y Álgebra, y precisamente en la Universidad de Valladolid existe un Grupo de Investigación Reconocido (GIR), denominado “Codificación de la Información y Criptografía”, que centra sus investigaciones para que puedan ser aplicadas a estos avances tecnológicos digitales. Su objetivo es que la información que nos llega o que se almacena a través de o en estos y otros canales digitales esté bien protegida (criptografía). Además, otro de sus campos de investigación es corregir los errores que se producen al transmitir esa información, utilizando los denominados códigos correctores de errores.

Ambas líneas de investigación son las dos ramas principales en las que están trabajando los ocho investigadores de este grupo, quienes desempeñan la docencia en diferentes centros de la Universidad de Valladolid, coordinados por el catedrático Juan Tena. Aunque existen varios grupos en Criptografía en España, está considerado uno de los pocos especializados en códigos correctores de errores. Este grupo inició hace ya veinte años sus investigaciones sobre codificación de la información y criptografía con la primera tesis leída en la UVa sobre este tema, la de Carlos Munuera dirigida por Juan Tena. Le siguieron en los años 90 las de Ángela Barbero y Javier Galán. Además de éstos, el grupo lo completan los profesores Francisca Blanco y Edgar Martínez y los becarios Emilio Suárez e Irene Márquez.

Entre las muchas investigaciones, trabajan en una de las ramas más “curiosas” de la criptografía, denominada esteganografía, utilizada para evitar las sospechas que provoca la información encriptada (mensajes cifrados). El objetivo de esta especialidad es transmitir la información sin que se vea y con medios inocuos. En este área está especializado Carlos Munuera, quien explica cómo este tipo de criptografía se ha usado en los envíos de mensajes secretos emitidos por Ben Laden a través de Internet, con la utilización de fotografías que contenían información secreta en algunos píxeles de la imagen. Es un método que cuenta con más de dos mil años de antigüedad y que fue utilizado en un principio para las operaciones militares y de guerra.

Otro de sus campos son los códigos para redes, en el que trabaja la profesora Ángela Barbero, integrante del grupo, quien investiga en cómo pueden varias fuentes y receptores enviar y recibir, respectivamente, la mayor información posible a través de nodos intermedios. Este campo de investigación es muy reciente y la primera vez que se habló de que los nodos intermedios pudieran combinar la información y no sólo copiarla y retransmitirla fue en 2000. Este tipo de códigos se utilizan actualmente en comunicaciones a través de redes inalámbricas (como las redes de satélites) o en la distribución y compartición de ficheros P2P (como la aplicación Avalanche de Microsoft), entre otras aplicaciones en las que la información proviene de muchas fuentes y ha de ser enviada a numerosos destinos de la forma más eficiente posible.

Tanto Javier Galán como Edgar Martínez investigan otra especialidad de los códigos correctores de errores, los códigos aritméticos, que se utilizan en los procesadores aritméticos de las computadoras para detectar precisamente los errores aritméticos. Además, actualmente Edgar Martínez está encaminando sus investigaciones a estudiar los sistemas de encriptado que podrán soportar los futuros ordenadores cuánticos, cuya capacidad les permitirá realizar muchas operaciones en paralelo. Uno de estos sistemas, el diseñado por McEliece, es el objetivo del trabajo de Edgar Martínez y la becaria Irene Márquez, para determinar si podría ser utilizado en estos ordenadores futuristas sin sufrir daños.

Por su parte, Juan Tena, Francisca Blanco y Javier Galán centran su trabajo en Criptografía elíptica y firmas digitales con curvas elípticas, o lo que es lo mismo, trabajan en el desarrollo de sistemas criptográficos que admitan claves más pequeñas. Esto permite mejorar la seguridad de los sistemas, ya que ésta radica en la fortaleza de las claves.